7 consejos para cambiar una llanta

Cambiar una llanta puede ser fácil si se siguen instrucciones sencillas

Es inevitable, si manejas un vehículo con frecuencia, tarde o temprano tendrás una llanta desinflada. Si bien los avances en la tecnología de los neumáticos han reducido la probabilidad de sufrir fallas catastróficas, los peligros en la carretera como clavos, vidrios y baches enormes siguen siendo una constante y son capaces de infligir daños lo suficientemente graves como para arruinar tu día. Pero para estamos aquí, para ayudar. Sigue los pasos que a continuación te damos para volver a la carretera lo más rápido y seguro posible.

Antes de viajar

Consulta el manual del auto para conocer el procedimiento adecuado para cambiar las llantas de tu vehículo para que estés familiarizado antes de salir a carretera. Luego haz un rápido conteo de todas las herramientas y suministros necesarios. Los elementos comunes incluyen un gato, una llave, algunos de ellos el doble que el mango del gato, y obviamente, un neumático de repuesto. La mayoría de los vehículos de pasajeros ahora tienen una llanta de repuesto pequeña, ahorradora de espacio, aunque algunos todavía vienen equipados con una pieza de repuesto de tamaño completo; Otros tienen una lata de sellador de neumáticos y un compresor de aire. En cualquier caso, recuerde que la llanta o el sellador generalmente tienen restricciones de velocidad y kilometraje muy específicas y están pensadas únicamente como medidas provisionales para llevarlo a un centro de servicio. Y no olvides revisar la presión de inflado del repuesto cada vez que revises tus otros neumáticos.

Siempre lleva un kit de emergencias

Considera empacar un par de triángulos reflectantes de seguridad, un medidor de presión de llantas, cuñas de ruedas (una cuña de madera vieja hará el truco), una manta, algunos trapos, una linterna y un paquete o dos toallas húmedas. Si bien cambiar una llanta es una molestia, no es necesario estar sucio, inseguro o sin luz.

Antes de entrar en labor

Cuando ya ha pasado, es el momento de la verdad. Una vez que mueves el vehículo al costado de la carretera y enciendes las luces de emergencia, toma los triángulos y colócalos a una distancia decente detrás del vehículo. Asegúrate de que el automóvil esté en Parking y con el freno de emergencia puesto. Retira las herramientas y el repuesto de sus lugares de almacenamiento. A menos que tu vehículo haya tenido un servicio reciente, es probable que las tuercas (o pernos) estén un poco ajustadas, ya sea de óxido o de instalación previa por una llave mecánica. Por esta razón, es una buena idea aflojarlos antes de levantar el auto para evitar que la rueda gire mientras te mueves. Libéralos, pero no los quites por completo; haz que la rueda permanezca en su lugar cuando levantes el automóvil, para que no se caiga en tu pie.

Técnicamente estas cambiando toda la rueda, no solo la llanta

No te dejes intimidar por este proceso, puede que no estés listo para ser un técnico de la NASCAR, pero es un proceso fácil si sigues estas instrucciones. Comenzamos por colocar el gato debajo del automóvil. La mayoría de los fabricantes tienen “puntos de elevación” muy específicos para la colocación del gato, y si lees tu manual sabrás dónde están. No olvides levantar el auto lo suficientemente alto como para no solo quitar la llanta actual, sino también para deslizar el neumático de repuesto inflado. Retira las tuercas y tira del rin para separarla de los pernos. Si está atascada y necesita cierta presión, procede con precaución. Golpear un auto mientras esta elevado en un gato es extremadamente peligroso. Si no se mueve o si no puedes aflojar las tuercas de seguridad, busca una grúa o a la asistencia en carretera.

Asegura la llanta

Si lograste retirar tu llanta dañada sin problemas es hora de colocar el repuesto en los pernos de la rueda (o en el cubo si tiene pernos de oreja) y gira las tuercas apretándolas con los dedos. Es crucial asegurarse de que los asientos de las ruedas estén bien apoyados contra el cubo y apretar las tuercas en forma de estrella ayudará a asegurar que la rueda se mueva correctamente.

Bájalo

Baja por completo el automóvil y usa la llave de tuercas para apretar las tuercas con el peso del vehículo en el suelo. Aprieta las tuercas tanto como puedas, siguiendo el mismo patrón de estrella que antes. Para mayor tranquilidad, comprueba la presión en el repuesto recién colocado. Reúne tus herramientas, súbete al auto y siga tu camino, siempre recordando la velocidad máxima recomendada de tu repuesto. Independientemente de tu tipo de repuesto, es probable que tu automóvil se sienta y conduzca de manera diferente que antes.

No olvides comprar una nueva llanta

Las llantas de repuesto no son inmortales, menos las de refacción que tienen un kilometraje definido. Intenta no circular mucho tiempo con estas llantas y ve lo antes posible a una tienda para comprar la llanta falte, de preferencia, de la misma marca y medidas que las otras para un mejor rendimiento.

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